Plan de negocio


Una herramienta esencial para convertir una invención en un producto comercial es un plan de negocio. Lo necesita para ayudarle a Vd. y a su equipo a mantener el control de sus actividades de explotación. También lo necesita para persuadir a inversores y organismos de financiación de que le apoyen.

Existen muchas fuentes de orientación en cuanto a la elaboración de planes de negocio, muchas de ellas gratuitas, como por ejemplo, los bancos. Pero un plan de negocio para una invención puede que necesite un enfoque diferente.

Una crí­tica habitual a los planes de negocio es que son poco más que "ficción de futuro", y que su principal finalidad es impresionar a otras personas. De hecho, la función principal de un plan de negocio es ayudarle a reducir el riesgo para Vd., para su equipo y para los posibles inversores. Se consigue registrando y organizando todos y cada uno de los detalles significativos de su proyecto de forma que se revelen con facilidad las posibles debilidades, lo que permitirá corregirlas.

Un plan de negocio también es el equivalente de un manual de instrucciones. Hay que actualizarlo periódicamente, y debe considerarse siempre como una tarea en curso. En caso de que el proyecto sea de los que se mueven rápido, un plan de negocio que sólo tenga unas semanas ¡puede resultar ya completamente inútil!

Riesgo de divulgación

La información contenida en un plan de negocio cuenta como divulgación. Antes de mostrarle a nadie su plan de negocios, debe asegurarse de que su invención está debidamente protegida, por ejemplo mediante una solicitud de patente. Lo anterior también es de aplicación a los borradores del plan de negocio que se redacten antes de haber presentado una solicitud de patente.

Aún cuando tenga una solicitud de patente, es importante limitar el acceso a su plan de negocio. Por ejemplo, no lo ponga en su página web. Los inversores pueden sentirse atraí­dos por una nueva idea empresarial en parte por su exclusividad. Puede que estén mucho menos dispuestos a invertir si creen que los competidores ya conocen los detalles.

Plantéese pedir a la gente que firme un contrato de no-divulgación antes de dejarles ver su plan de negocio. Es posible que los inversores potenciales se nieguen a hacerlo, pero también pueden sentirse impresionados por su empeño en mantener la información confidencial.